Anticonceptivas del día después: aclaraciones
En un artículo anterior, recibí un número de comentarios que merecen aclaración y reparación:
En primer lugar, los anticonceptivos normales tienen exactamente el mismo químico que las pastillas del día después: se llama etilenestradiol. Este químico previene la ovulación y la implantación del óvulo fecundado si su primer efecto no pega. Es por esto que la Iglesia Católica está en contra de ellas.
En segundo lugar, puedo asegurar que producen los mismos efectos secundarios, mareos, náuseas y otras cosas que escribí, porque he sido testigo de los efectos.
En tercer lugar, el propósito principal de las anticonceptivas no es regularizar el periodo, sino evitar embarazos no deseados.
En cuarto lugar, me parece que las pastillas anticonceptivas, las pastillas del día después, y la RU-486 son inventos geniales, que nos permitirán a todos, hombres y mujeres, vivir vidas plenas y hacer lo que nos de la gana sin temor a equivocarnos y criar niños indeseados, que crecerán para ser delincuentes o gente infeliz en general.
Comentarios del estilo Es demasiado complicado, y una estupidez de la ciencia para que la gente se vuelva menos consciente de lo que hace
no revelan nada positivo del autor, eh. En primer lugar, qué es más complicado, ¿un parto o 6 pastillas? En segundo lugar, ¿de dónde sacas que la gente se vuelve menos consciente de lo que hace? Si acaso, se vuelve más consciente ya que ahora con la publicidad y la venta de las pastillas te concientizas a ser responsable en lugar de lábilmente "aceptar lo que Diosito te mande".
Las pastillas te dan control. Tener sexo es bueno. Ahora, en el 2005, no hay, simplemente, excusa para decir "se me chispoteó": si embarazaste o saliste embarazada, y no querías que pase, es tu culpa y de nadie más. Y espero no estar escupiendo para arriba.