Sobre la maldad: villanos de caricatura

publicado 29/11/2010, Última modificación 26/06/2013

Destruyendo mitos populares sobre la maldad.

Las personas malas nunca son villanos de caricatura; con esto quiero decir que no es que la gente mala se pasa haciendo maldades el 100% del tiempo. La diferencia entre una persona mala y una persona buena, es que en aquél 1% del tiempo que es clave, en el momento que de verdad cuenta ser bueno, ellos eligen hacer una maldad.

Las personas malas tampoco es que obran con perversidad porque quieren hacer daño (en psiquiatría moderna, a esa gente no se le dice "malo" sino "psicópata"). Casi universalmente, una persona mala sabe que está obrando mal cuando obra. Desde este ángulo, la diferencia entre una persona buena y una mala es que la persona buena, o escoge hacer el bien aunque sea difícil, o reconoce sus errores y pidiendo perdón trabaja duro para no volver a hacerlo... mientras que la persona mala se excusa, te miente (incluso a tu misma cara), busca pretextos fáciles como "es por tu bien", o "no sabía lo que estaba haciendo / cometí un error" (a pesar de haber obrado deliberadamente), o "no es tan malo", o "es que la realidad no es tan blanco y negro como tú lo pones", o "es tu culpa, tú me hiciste hacerlo", o simplemente se inventa falsos principios morales para excusar sus actos ("bueno, no le robé tanto", "es bueno pegarle a mi hijo porque así lo disciplino", "si es sólo sexo entonces no es traición a mi pareja", et cétera) en mayor o menor medida.

No importa que tu marido no te pegue el 99% del tiempo, que tu padre no te grite el 99% del tiempo, que tu mujer no te ponga los cuernos el 99% del tiempo, que tu socio no te robe 99% del tiempo, que tu amigo no te oculte una verdad y te traicione 99% del tiempo, que el extraño de la casa de al lado no te viole 99% del tiempo. Lo que importa es que, en el momento de la verdad, en el momento más difícil, cuando la tentación de hacer lo fácil, lo inmoral, lo malo, tu amigo, tu padre, tu hermano, ttu mujer, tu marido, tu socio, tu amigo, hagan lo correcto.

Y no se puede ser bueno y al mismo tiempo alternar con gente mala. No se puede, simplemente, por la simple y misma razón que no puedes razonar con un ladrón. No se puede, tampoco, mantener tus principios si estás rodeado de gente que constantemente los contradice a través de sus acciones. Si te rodeas de mentirosos, eventualmente comienzas a racionalizar en tu cerebro que "no está tan mal ser mentiroso" y te haces mentiroso. Si tu padre te pegaba o te gritaba y tú estás firmemente en contra del abuso familiar, pero alternas con tu padre -- así sea de la manera más superficial -- no te sorprendas arrepentido después de haberle pegado o gritado a tus hijos tú también, diciéndote cosas como "ese muchacho malcriado se lo merecía" y demás.

La gente mala le teme a la luz. Le teme a la verdad. Le teme a los principios. La gente mala le teme a la gente buena, pero necesita de la gente buena para aprovecharse de ella. Por ello, los verás criticando de las formas más absurdas tanto a la gente buena como a sus principios. Y, por sobre todo, los verás tratando de negar el mismísimo concepto de verdad y debilitando todas las verdades que se les crucen, porque para ellos aceptar la verdad equivale a aceptar su maldad, y eso es contrario a la directiva #1 para una persona mala. Así se explica por qué hay tanta gente que dice que la verdad es relativa y que no se puede determinar qué es bueno y qué es malo (cosa que obviamente se contradice consigo misma) -- si te encuentras con uno de estos ejemplares, explóralo bien y descubrirás un pasado de abusos y sufrimientos que ellos mismos han enterrado en el olvido y se rehúsan a aceptárselos a sí mismos.

Ni puedes tampoco cambiar la maldad de una persona, porque todo cambio viene de adentro.

He dicho.

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