La filosofía del perdón

publicado 19/01/2011, Última modificación 28/12/2021

El perdón no es algo que debes regalar sólo para apaciguar tu conciencia. Sólo puede ser sincero cuando te han restituido el daño que te han hecho.

Disculpen que esté en inglés.

Le agrego una reflexión motivada por un interesante comentario de mi amigo Pepe:

Cuando te pidan perdon, no hay que hacer lena el arbol caido, sino nos rebajaremos ha donde estuvo el arrepentido antes. Si es nuestra la expectativa de recibir la restitucion de lo perdido, colocaria al arrepentido en el mismo predicamento donde no encontramos alguna vez antes nosotros como afectados.

No nos hace mas nobles el olvidar? O la ley del ojo por ojo es la sugerencia ?

No pienso que nos haga más nobles el olvidar. Tampoco pienso que la ley del ojo por ojo aplica. Ninguna de las dos opciones :-)

La precondición esencial para uno poder perdonar, es que el otro asuma su responsabilidad y repare el daño. Si yo te tumbo la pared de tu casa y después -- sin repararte la cagada que hice -- te digo "Perdóname ñaño" o te pregunto cínicamente "Ya pues, hasta qué hora no me perdonas, qué es que tengo que hacer para que me perdones?" es obvio notar que estoy buscando tu absolución sin merecerlo.

Me han pedido perdón, en el transcurso de mi vida, alguuunas personas.

  1. A las personas que me han pedido perdón con el propósito de hacerse las buenas-buenas, apaciguar sus propias conciencias, quedarse ELLAS tranquilas, u obtener algo de mí, no las he perdonado, y fue facilito identificarlas porque no hicieron nada para *restaurar* el daño que hicieron y *reconstruir* la confianza. Uno sabe muy bien cuándo es que le están a uno pidiendo perdón genuinamente. No me quita esta situación el sueño tampoco como para preocuparme de si soy innoble o si debo perdonar -- sé que perdonar a alguien para yo sentirme mejor es un acto de falso perdón, y que uno igual a la larga se siente mejor, perdone o no perdone.
  2. También ha habido quienes me han pedido perdón genuinamente, con remordimiento y voluntad de restañar los daños hechos, reconstruir la confianza y genuino interés en mi persona y mi bienestar. A esas personas, por supuesto, he perdonado.

Me niego a estar de acuerdo con que toda persona que pide perdón está arrepentida. Mucha gente te pide perdón porque "bueno, ya, ok, perdóname". Otras te piden perdón porque necesitan algo de tí y te tienen que tener "de a buenas" con ellas. Otras aún te piden perdón porque no pueden vivir sabiendo que hay alguien que no las ha perdonado. En ninguno de esos casos necesariamente tiene que haber arrepentimiento genuino de la persona para que te pidan perdón.

Y, como dices, olvidar (el dolor, ¿no? no vas a olvidar el agravio, no sea que te lo hagan de nuevo). Eso es parte natural del proceso -- venimos equipados con capacidad para recordar intelectualmente cada cosa que nos ha pasado, sin necesidad de volver a experimentar las emociones asociadas a esas cosas.