"Creer" en la evolución: es hora de que el debate cambie

publicado 11/12/2008, Última modificación 26/06/2013

La mitad de la población del país más poderoso en el planeta rechaza la evolución y cree en Satanás. Es hora de que la razón controle el debate. Y la forma en la que lo lograremos es a través del lenguaje.

"Creer" en la evolución: es hora de que el debate cambie
Nosotros tenemos los fósiles. Nosotros ganamos.

¿Pero qué tiene que ver el lenguaje, se pueden estar preguntando?  Permíteme contarte sobre un interesante envío a Reddit que se pregunta a sí mismo:

Creo que es hora de cambiar el lenguaje.  No se trata de "creer en" la evolución, se trata de aceptarla (o no).

Correcto.

Tú eres una persona racional, que probablemente está familiarizada con el gigantesco cuerpo de evidencia tras la teoría de la evolución -- tan sólido como el cuerpo de evidencia tras la teoría de la gravedad, o la inmediatez con la que puedes verificar que los gatos existen.  Dicho de otra manera, tú puedes agarrar a un gato, así que eso es evidencia indisputable de que los gatos existen -- y no puedes volar sólo con tu voluntad, así que eso es evidencia indisputable de que las predicciones de la teoría de la gravedad son ciertas.  Bueno pues, sabrás que la evidencia tras la evolución va desde fósiles hasta testimonios oculares (en bacterias y lagartijas).  Cosas que son, bueno, bastante indisputables.

Y, a pesar de aquello, este cuerpo de evidencia aparentemente es insuficiente para muchos tarados.  Ellos siguen ensimismados en su  yo no creo en la evolución.

Bueno, he ahí el problema: hemos permitido por mucho tiempo que la conversación científica sea controlada y enmarcada por figurines religiosos y enemigos de la razón.  Este marco conceptual destruye los esfuerzos que estamos haciendo para difundir el conocimiento y la racionalidad. Y una de las formas en las que han enmarcado la conversación es precisamente el uso de la palabra creer.  Este marco posibilita que la gente diga no creo en la evolución.  De hecho, el marco es tan efectivo que nosotros mismos nos hemos referido al tema en términos de creer or no creer.

Esto se tiene que acabar.  Piénsalo: ¿cuándo fue la última vez que escuchaste a alguien decir no creo en los gatos ?  ¿O no creo en la gravedad?  ¿Tú crees que una persona educada podría decir semejantes estupideces en conversación educada?  ¡Pero por supuesto que no!  ¿Entonces cómo es que permitimos que la gente diga no creo en la evolución, frase tan ridícula como las anteriores?

Ya nos ha llegado la hora de reconocer que la evolución es un tema científico y real.  Los hechos son los hechos; no son debatibles; la evolución, por ser una teoría respaldada en hechos -- observaciones de la realidad -- no es un asunto de creer o no creer, sino un asunto de aceptar o negar.  Uno o acepta la realidad o está loco.  Y uno acepta la evolución o la niega -- lo que creas o dejes de creer es irrelevante en el mundo real.

Por tanto, te propongo algo: la siguiente vez que te encuentres en una conversación educada sobre algún tema contencioso de una teoría científica sólidamente respaldada, esto es lo que quiero que hagas:

  • Elimina la palabra "creer" de tu repertorio; reemplázala con aceptar / negar.
  • Combate frases como yo no creo en la evolución con lo siento mucho, pero no es un tema para creer o no creer, puede ser que ignores los hechos pero una vez que los conozcas, o los aceptas o los niegas.  Rehúsate a seguir hilos de conversación que se originen en declaraciones de yo creo....
  • Reetiqueta a los "no creyentes" usando el adjetivo correcto: engañados.
  • No permitas que te reenmarquen la conversación.  Cuando detectes que eso está pasando, deténlo lo antes posible. Tú eres el dueño de los hechos; no permitas que un truco dialéctico te derrote.
Y recuerda: a la verdad y la realidad les son irrelevantes las creencias de alguien -- lo que es relevante es lo que acepten o nieguen.  Deja las creencias para otros tópicos con incertitudes lo suficientemente grantes como para que la ameriten -- la evolución no es uno de ellos.