Cómo dejar de autoabusarte
Para tí que te cortas y hieres, te saboteas, te culpas, te odias, te abusas, te tratas como a centavo, te hambreas, te emborrachas, te drogas, te promiscúas, te tratas de suicidar. Para mí que he hecho algunas de esas cosas también. Esto me hizo saltar las lágrimas.
¿Cómo obtenemos el valor para dejar de autoabusarnos? Bueno, esa es una pregunta difícil y no voy a dar ninguna respuesta experta... pero voy a compartir mis pensamientos, y con un poco de suerte te resultarán útiles incluso en caso de que pienses que no sirven, porque al menos así habrás descartado una posibilidad de las que puedan existir.
Entonces... esto es cómo dejar de autoabusarte.
El término autoabuso, es difícil y complicado, como debería ser. Pero, hay dos formas en las que se puede entender esta palabra. La primera es "Mi identidad, mi esencia, mi alma, mi ser, mi personalidad, mi mente, está siendo abusada". Y, eso es, ser latigueado con el látigo en la mano de otra persona. Hay ese aspecto...
...pero la mayor parte del tiempo, cuando la gente habla de autoabuso, quiere decir que "Estoy siendo latigueado, y yo mismo me estoy latigueando". Es una cosa diferente, muy, muy diferente.
Creo que lo primero que hay que entender del autoabuso es que no es una reacción espontánea de la mente. La pubertad, el crecimiento del cabello, esas son reacciones espontáneas de la mente, ¿no? Entonces, la pubertad es una cosa espontánea que pasa... cuando a mi hija le creció el cabello, eso es un desarrollo natural del cuerpo y de la mente. El autoabuso no es un desarrollo natural de la mente. Y el autoabuso, sólo puede y será jamás implantado en la mente, como un virus, a través de las acciones de otros.
Entonces, el autoabuso, en las dos formas de las que hemos hablado, es, en el caso del abuso, siempre es necesario que esté presente ese abuso externo para internalizar el autoabuso. Si te encuentras con un látigo en tu mano, sólo será porque otro lo tuvo primero en su mano.
Entonces, la pregunta se convierte en, si esta es la secuencia, ¿cómo se internaliza el autoabuso, cómo crece un tercer brazo en el cuerpo de uno para pegarse a uno mismo? Cómo es que este autoabuso se internaliza...
Bueno, mi opinión, equivocada o no, es esta:
Un ser humano puede resistir casi cualquier cosa, excepto la pérdida de control. Puesto que cualquiera puede resistir todo menos la pérdida de control, si tú te atacas a tí mismo, tu abusador te atacará con menos intensidad.
Este no es el caso en el reino animal. Si un león persigue a un antílope, y el antílope se tropieza y se rompe la pierna, el león no dice "Bueno, te voy a dejar ir, porque ya te hiciste daño a tí mismo, ya te 'atacaste'." Más bien, el león se le abalanzará al antílope y dirá "Ricoooo!" y le hundirá los dientes en el cuello.
Pero ese no es el caso con los abusadores y sádicos humanos. Si tú te atacas a tí mismo, tendrás menores posibilidades de recibir abuso de tus abusadores. Por ejemplo, y este no es el mejor ejemplo, pero este es el que se me ocurre: en The Wire (y no es un spoiler, ojo) en el show de TV The Wire, hay un mendigo que accidentalmente mata a un amigo de él. Y la policía lo recoge y él está tan lleno de culpa y remordimiento, que los policías dicen "Ah, déjalo ir, él se está haciendo más daño a sí mismo de lo que nosotros podríamos hacerle...", como "él se está castigando a sí mismo más de lo que nosotros podríamos castigarle...".
Y la forma en la que tú, verás, el sádico lo que quiere es ver dolor, el abusador lo que quiere es ver dolor, así que si te hieres a tí mismo, el apetito del sádico se ve satisfecho al menos en parte, y tú puedes *controlar* la cantidad de autoabuso que puedes inflingirte a tí mismo. Pero no puedes realmente controlar un ataque de otra persona... así que, si alguien te dice a tí, "Te quiero pegar en la pierna con un palo, y estoy realmente furioso, así que o yo te pego diez veces en la pierna, o tú te pegas diez veces en la pierna y yo te diré si eso fue suficiente o no", ¿cuántos de nosotros escogerían no pegarse a uno mismo? Pues ninguno: todos dirían "Yo me voy a pegar a mí mismo", porque al menos de esa manera podemos hacer trampa, minimizar el dolor, fingir que duele más de lo que en verdad duele, podemos, podemos, hacernos los locos, incluso podemos pegarnos en diferentes lugares del cuerpo, de tal manera que no nos estamos pegando en el mismo lugar donde el primer golpe ya dejó un morado.
Y así, el autoabuso es una forma de protección contra un abusador. Es el esclavo que logra azotarse a sí mismo en vez de ser azotado por sadistas, así él logra azotarse a sí mismo porque, de esa forma, logra al menos en cierto grado satisfacer al sádico. Y él tiene algo de control, en cierta forma tiene muchísimo, infinitamente más control que si él fuese azotado por otra persona.
Así que esto no se desarrolla espontáneamente; la gente no se levanta un día y decide "Hoy me voy a cortar los brazos" o decide "Hoy me voy a dejar de cortar los brazos", cortándose, mutilándose, whatever. Es un sadismo internalizado que es ajeno a la personalidad propia, que es ingerido, porque es una respuesta y mecanismo racional, que tiene sentido, frente al abuso extremo que otros nos inflingen. Es una estrategia lógica de superviviencia en la presencia del abuso constante, de un sádico que tiene poder sobre tí, porque te da algo de control, y sin ningún control, no queremos vivir.
El autoabuso, como ves, es una forma de sacrificarse ante el sádico, a través de inflingirse dolor a uno mismo. Si alguien te dice "O yo te apuñalo, o tú te apuñalas", siempre escogeremos apuñalarnos uno mismo, porque uno puede controlar en cierto grado en dónde, con qué profundidad, con qué intensidad apuñalarse.
Así que el autoabuso es una forma muy, muy saludable, racional, lógica de protegerse y sobrevivir cuando uno se ve confrontado con el abuso externo.
¿Y cómo nos detenemos?
Bueno, para detenerse, en mi opinión, es muy fácil y muy difícil a la vez. La manera más sencilla de dejar de autoabusarse, dejar de autoabusarse, es no aceptar la culpa y la vergüenza del autoabuso. No seas dueño de esa culpa y esa vergüenza! Si no notas al sádico, te ves masoquista.
Como siempre, se trata de la pistola en el cuarto. Te enfocas en el sádico que te hizo abusarte. Te enfocas en el abusivo que te abusó. El abusivo a quien tú respondiste.
Verás, hay escenas en películas, no se me ocurre una escena en particular, pero esta escena la he visto docenas de veces en múltiples películas. La cámara entra a un cuarto y una mujer está de pie ahí, sudando, temblando, aparentemente sola, y sus manos están temblando, y sus axilas están sudadas, y ella está ahí, parada, sin hacer nada más que eso. Y piensas "Qué chucha? Está con un ataque de pánico? Inexplicablemente nerviosa? No tiene sentido!"
Y en ese momento la cámara se mueve, panea hacia un lado, y se ve en ese momento con claridad que hay un tipo con una pistola apuntando a su cabeza. Y como miembro de la audiencia, entiendes cómo tu juicio de la situación cambia, el momento en que te das cuenta que hay un tipo con una pistola, ¿no?
Antes juzgabas a la mujer como una loca y no la comprendías, y tiene sentido eso, y en cierto sentido, la culpamos a ella, y no tenemos empatía porque es totalmente extraño para nosotros, nosotros no nos paramos en un cuarto a gemir y a llorar como loquitos... Pero el momento en que la cámara hace el paneo y vemos al tipo con la pistola apuntada a ella... todo se vuelve mucho más claro y comprensible, y en una avalancha de empatía entiendes que nosotros también estaríamos haciendo lo que ella está haciendo, si estuviésemos en la misma situación. Lo entendemos, tiene sentido.
El autoabuso continúa y continuará hasta que gires la cámara y hagas el paneo para ver al tipo con la pistola, al que te inflingió el abuso. Siempre tienes que hacer el paneo de la cámara para apuntar a tu historia, a tu pasado, al lugar de dónde viniste. Para poder ver la pistola en el cuarto. Y entonces, ahí entiendes que estás insultando, llorando, temblando y autoatacándote porque... hubo violencia, y amenazas, y brutalidad, y abuso. Una vez que ves esto, y entiendes que, el autoabuso que desarrollaste como hábito cuando eras joven, fue un mecanismo racional de autoprotección, entonces ya no nos "hacemos dueños del autoabuso".
Les daré otro ejemplo. Muchos años atrás, en la época en la que comencé a hacer esfuerzos serios para entender mi propia historia, vi la segunda película de Star Wars. No la había visto desde que era adolescente. Y me sentí mareado cuando la ví, y estuve absolutamente convencido de que fue culpa de un flashback que tuve de mi vida en aquella época, mi vida en esa época era terrible. Y pensé "Oh, Dios, tengo tantas emociones no procesadas de ese pasado, esta reacción que estoy teniendo a esta película que no la he visto en 25 años...". Y pensé que esta emoción que sentí era un estado internamente generado, pero me acordé, ah, esto es porque había reaccionado mal la primera vez que vi la película... me había comido algo que estaba malo. Y, en cierto sentido, no fue la pistola en el cuarto sino la bacteria en el estómago.
Pero aun así creo que es importante enfocarnos en la causa externa, la demanda externa, las acciones externas, que comenzaron todo este proceso de autoabuso. Si nos adueñamos del autoabuso, y no obtenemos la imagen clara del tipo con la pistola en nuestra infancia, entonces el autoabuso no se detendrá. Sé que esto es sólo mi opinión, pero igual lo digo con énfasis porque sinceramente pienso que es cierto, pero no digo que tenga pruebas.
Y yo detengo el autoabuso mediante la realización de que existe eas pistola en el cuarto, la pistola en el cuarto, la pistola en el cuarto, la pistola en el cuarto. Con eso detengo las críticas de la sociedad. No quiero decir con esto que nunca me encuentro en un momento de autocrítica, y algunos momentos se justifican, mientras que otros no, pero yo detengo la autocrítica diciendo "Bah, ¿quién es la sociedad para criticarme? La sociedad no hizo ni verga para protegerme cuando yo fui abusado, ni salvarme, de hecho mucha gente conspiró para que el abuso continuase". Esa es la realidad, fue la realidad en muchas ciudades, en muchos países donde he vivido, colegios en los que estuve, universidades. Así que quién chucha es la sociedad para criticarme a mí, cuando yo nunca carajo jamás me he escapado de la oportunidad para ayudar a alguien que fue víctima de abuso.
Así ¿que quién chucha es la sociedad, esta ficción de mierda que no hace ni puta madre por ayudar a los niños fuera de darse palmaditas en la espalda y congratularse de que "protegen al inocente", quién puta es la sociedad para criticarme a mi?
¡A la verga! Nadie estuvo ahí para defenderme cuando fui niño, nadie se me puede parar enfrente y criticarme cuando soy adulto. No lo acepto, chucha! Ni una sílaba! Hasta el día en que la gente comience a defender a los niños que están siendo abusados, no soportaré ni un ápice de crítica moral fundamental.
Y así, cuando me encuentro atacándome a mí mismo, sé que ese autoataque viene de un lugar externo a mí, sé que es la culpa proyectada de una sociedad que no hace ni triverga para ayudar a los niños que fueron abusados. ¿Y esa misma sociedad tiene las pelotas para criticar a la gente que sí hace algo para ayudar? Eso no es más que una barata proyección de su culpabilidad, vergüenza y autoodio, y no voy a tolerar ni un átomo de esta mierda. No lo acepto, no acepto, no lo acepto. No acepto la crítica de la gente que abusa a los niños, que les grita, que los maltrata, a veces incluso en lugares públicos como centros comerciales, los arrastra. Ni un puto átomo.
La cobardía de un mundo que no hace nada por ayudar a los niños. La gente tiene que comenzar a defender a los niños y a ayudar a los adultos víctimas del abuso, antes de que me puedan criticar a mí. Si no, no escucharé ni una palabra de esa mierda. Hasta que la sociedad no tome cartas en el asunto y comience a ayudar a los niños de este mundo, mejor que se callen la puta boca en vez de criticar a la gente que sí lo ha hecho.
Este es un tema muy apoasionante para mí, y seguro se dan cuenta. Hahaha. Y no les puedo decir cuánto yo hubiera querido que, cuando fui un niño, ustedes hubiesen estado ahí conmigo. Al menos podemos nosotros estar ahí para otras personas. Y creo que así se acaba el show... espero que pasen bien, espero que no les preocupen mis creencias en este sentido, quiero que mi hija crea en un mundo muchísimo más seguro que el mundo en el que yo crecí, y esta es la única forma que yo conozco para lograrlo.
Y aprecio masivamente su apoyo para tratar de que este mensaje llegue a todo el mundo.