¿Colegio mixto?

publicado 25/05/2005, Última modificación 26/06/2013

Cuando mis dedos acarician las teclas: Educación mixta, sí o no? me dejó pensando.

Definitivamente, mixto, de plano. Porque, sea quien madure primero, sean cuales sean las diferencias, los colegios no-mixtos contribuyen a abrir la brecha de los sexos. En un colegio no-mixto, es mucho más fácil enseñar prejuicios y nociones sexistas (sean masculinos o femeninos), porque no hay la supervisión del estudiantado mixto. A la mujer se le puede meter más "miedo al pipisito". Al hombre se le puede meter más machismo. Todo esto sin que el sexo opuesto tenga chance de protestar.

Concentrémonos en el "miedo al pipisito" por un momento:

Como ya sabemos, el "miedo al pipisito" fomenta la ignorancia, y esto trae como consecuencia un número más alto de embarazos no deseados. La verdad es que hay muchos padres allá afuera que tienen terror de que sus hijas estudien en colegios mixtos, porque podrían "sufrir las calenturas" de la juventud, que son perfectamente normales. Es dañino privarlas de eso: si no experimentan en el colegio lo que es tener compañeros, aprendiendo a que los hombres existen y son la cosa más natural del mundo, esas "calenturas" no desaparecerán - se canalizarán hacia los primos (ptuaj!), hacia imaginaciones distorsionadas del hombre ideal (haciéndolas más vulnerables a los farsantes hijueputas que todavía existen), o simplemente permanecerán embotellados, cosa que cuando se gradúen, el queso las obligará a hacer algo totalmente impulsivo: sexo sin protección.

En fin, meter "miedo al pipisito" a las mujeres es prácticamente la única razón de existencia de los colegios femeninos. Pero lo que los adeptos a los colegios femeninos no se dan cuenta, es que por mucho que les metan miedo a las mujeres en los colegios femeninos, a la hora de la hora todas las mujeres (todo el mundo) terminan teniendo sexo prematrimonial, simplemente porque el cuerpo lo pide. Y lo que es peor, salen más vulnerables a los hombres de mal corazón, porque como no los conocen (no conocen el modus operandi de los distintos tipos de hombre), les ven las huevas con más facilidad. Y ahí los embarazos, los matrimonios por inflación, y el horror de que una chiquita de colegio de monjas esté pasando una panza evitable.

Mujer: La sed es nada, el cuerpo es todo. Obedécele a tu cuerpo. Pero antes de hacerle caso, usa la cabeza.