La ciencia no es cuestión de fe

publicado 26/05/2009, Última modificación 26/06/2013

Aunque así lo quiera mi amigo Juan Carlos.

Cito:

El hecho de que por casi una década un conglomerado de naciones se sostuvieron en la certeza basada en la creencia de los hechos irrefutables presentados por la ciencia sobre la inferioridad genética del sujeto hebreo, resulta una excelente evidencia, dentro de su misma lógica, que los hechos científicos poseen el mismo sustento epistemológico de cualquier otra creencia, la retórica como eje transversal de la razón. En efecto, creer en la ciencia, pasa a ser el génesis de todo hecho científico.

Vamos por partes.

Paso 1: traducción de esta espesa sopa de pseudosabiduría (los resaltados se corresponden).

Que los Nazis le mintieron a la gente en el nombre de la "ciencia" para que cometa atrocidades, es prueba (supuestamente aceptable de acuerdo al método científico) de que los acontecimientos, en última instancia, se justifican con el lenguaje o la persuasión.  En efecto, sin creer en la ciencia, no pueden ocurrir hechos científicos.

Ya traducido, es obvio que lo que Juan Carlos dice no tiene ningún sentido.  Pero bueno, como no me interesa mucho esta calistenia mental de desvestir lo que se dice con palabras largas (es super fácil a fin de cuentas -- tomas un diccionario y re-redactas como para que entienda un teenager), vamos a lo bueno: por qué lo que dice Juan Carlos no tiene sentido.

Nunca en la historia de la humanidad ha existido científico serio que diga que los hebreos son genéticamente inferiores, respaldado por evidencia sólida.  Claro que han existido pseudocientíficos fraudulentos que han hecho aquella reclamación, pero el hecho de que ellos hayan pervertido el método científico de múltiples formas, obviamente no es imputación válida al método en sí -- más bien dicha actitud los descalifica para opinar de cualquier tema.  Creo que también debemos reconocer que estos pseudocientíficos no partieron de una observación y una hipótesis, sino que partieron con una conclusión -- con una agenda -- y después acomodaron sus estupideces alrededor de ella.  Eso no es ciencia sino todo lo contrario: ¿aicneic?.

Además, debería ser absolutamente obvio para cualquier persona decente que, aun cuando se llegase a probar conclusivamente que los hebreos fueren inferiores, ese "descubrimiento" no le entregaría a nadie justificación moral para tratar mal a los hebreos.  El descubrimiento de que uno es más fuerte que otros no da licencia moral para que uno le pegue a los demás, así como el hecho de que se dén violaciones no justifica el acto de la violación.

El sustento epistemológico de la ciencia es estrictamente la racionalidad (lógica, evidencia, inducción, hipótesis, verificación), y cualquier persona que se permita a sí misma considerarse un ápice de educada debería saberlo -- sino, ahí está la página de Wikipedia que explica con lujo de detalles en qué consiste el método científico descubierto por Francis Bacon.  El ser humano es una "máquina de hacer ciencia" desde el momento en que nace, observa e interactúa con el mundo alrededor suyo, formándose ideas y conceptos automáticamente.  Hoy (¡gracias, máquina de fMRI!) sabemos incluso que el mismo aprendizaje del lenguaje en los bebés es el método científico de inducción, prueba y error, así que mal puede ser necesario el lenguaje para indulgir en la práctica científica, y -- por deducción -- mucho menos la retórica.

El hecho de que el lenguaje sea impreciso y dé oportunidad para que unas personas transmitan ideas pervertidas a otras personas (en esencia, lo que da a lugar al concepto de retórica -- si sólo hubiera una forma de decir las cosas o nos fuese imposible transmitir ideas con lenguaje, no existiría el concepto de retórica) no le quita ni le añade validez a la ciencia.  Y para muestra, basta un botón: he aquí un ejemplo de la más pura y honesta ciencia.  Donde, por supuesto, no hubo ni hay cabida para retórica excepto a posteriori, en boca de los charlatanes que no hicieron el experimento pero que tienen calorías en la jeta para criticarlo o desinformar sobre él.  El científico elabora hipótesis, hace experimentos para verificar o invalidar la hipótesis y, a base de la evidencia recolectada, saca conclusiones.  El charlatán, el retórico, no.  Esa es la única diferencia y uno no necesita un PhD para darse cuenta de ello.

Ahora, una precisión: es realidad que una gran cantidad de personas en este mundo deriva sus creencias de figuras de autoridad, y estoy de acuerdo con Juan Carlos en que a aquellas personas el conocimiento científico les ha llegado (distorsionado) a través de usos más o menos audaces de la retórica por parte de esas figuras -- profesores, periodistas, políticos, padres o incluso verdaderos científicos, en contados casos.  Es decir: no es ningún secreto que existe gran cantidad de gente idiota que cree en la ciencia porque "las otras personas me lo dijeron, y bonito, y yo confío en ellas". 

Pero me veo obligado a preguntar ¿y eso en qué afecta la validez de la ciencia como método, o involucra a la retórica en el método científico?  Y la respuesta es obvia: en nada.  Si un gran grupo de gente cree -- porque la autoridad le dijo, muy convincentemente -- que la Tierra gira alrededor del Sol porque una mano invisible la hace girar, ¿hace esa fábula acaso que sea falsa la teoría heliocéntrica del sistema solar?  ¡Obviamente no pues!  ¿Falsifica esa fábula el método que se usó para descubrir y validar la teoría heliocéntrica (a saber: ciencia)?  ¡No!  La verdad, el hecho científico, la realidad, no necesitan justificación: simplemente son, te guste o no.  El científico lo único que hace es determinarlas sin prejuicio, y cualquiera que pretenda que la forma de decir las cosas tiene cabida en este proceso no está haciendo ciencia por definición del término.

Por supuesto, vale recalcar que este argumento de mi amigo es el antiquísimo argumento de los magisterium.  Éste más o menos va así: la ciencia y la religión son igualmente válidos porque, en última instancia, ambos se reducen a creer en algo (en este caso concreto, Juan Carlos dice que "el génesis del hecho científico es creer en la ciencia").

Jaja, cuéntame una de vaqueros.  Esa aseveración lunática la inventaron unos tipos de la iglesia porque se dieron cuenta que el naturalismo le estaba ganando terreno cada vez más a las supercherías que ellos vendían, y la inventaron precisamente para fabricarse un "mundito epistemológico fuera de los confines del método científico" con el afán de detener el progreso del naturalismo y, obviamente, limitar la pérdida de poder que conllevaba este avance para la iglesia.  Terrible idea porque esta mentira le vende a la gente la noción de que existen múltiples verdades y que uno puede escoger sus verdades como en buffet.  Lo que, por supuesto, cualquiera que haya abierto el diccionario y haya leído verdad (f): fidelidad a la realidad sabe que simplemente es mentira porque realidad hay una sola y "los demás son cuento".

La ciencia es nada más que un método de descubrimiento de la verdad.  Eso es todo.  En particular, no tienes que creer en el método para que el método funcione, y el método funciona te guste o no, quieras creer en él o no -- la realidad se limpia el rabo con tus creencias y continúa su camino.  Lo que distingue a la ciencia de los otros "métodos" prehistóricos es que en la ciencia está el elemento de verificación y falsificación de las hipótesis a través de la evidencia.  Podremos tener a maestros retóricos hablando basura de izquierda a derecha, y a la gran mayoría de la población creyendo o descreyendo en hechos científicos por las razones equivocadas, pero nada de eso tiene influencia a priori sobre el descubrimiento de la realidad que nos rodea -- al final del día, aquellos dispuestos a verificar la verdad con evidencia, ganan.  ¿Y qué es eso sino la descripción pura del método científico?

En resumen: que uno pueda ser persuadido a creer en "ciencia" usando la retórica, nada tiene que ver con la validez del método en sí.  Que un grupo de imbéciles Nazis hayan declarado unilateralmente que los hebreos son inferiores basándose en pseudociencia no es evidencia de que la retórica es parte del método científico.  Es tan sólo evidencia de que la retórica puede usarse para dar un barniz de credibilidad a las mentiras, y también evidencia de que el ser humano es engañable y falible, especialmente porque la gran mayoría de ellos cree sin verificar, exactamente lo opuesto de lo que el método científico indica para despejar las mentiras.  Ironía de terrible sabor.

Así que, Juan Carlos, si tú quieres creer que el método científico es cuestión de fe, estás cordialmente invitado a continuar con tu error.  Los demás que diferimos nuestro juicio a la lógica y la evidencia continuaremos sabiendo (a través del examen de la evidencia y del cómputo lógico) que el naturalismo, que la ciencia, que la racionalidad formalizada y honesta, son el único camino a la verdad... y, con ella de nuestro lado, a la virtud.

La retórica no es más que un instrumento que usan los incapaces para criticar y desacreditar a los capaces, en el afán de recibir una tajada de la atención que los capaces reciben.  Cualquiera puede hablar de ciencia, pero no cualquiera puede ejercerla.  Sugiero yo que hagamos lo que sugirió Bacon: refirámonos a la evidencia, no a las palabrerías.