El maravilloso viaje de un artículo publicado en un blog

publicado 10/01/2007, Última modificación 26/06/2013

Hoy les voy a contar una historia sorprendente: cómo un artículo viaja por la Internet, con lujo de detalles.

Pocas personas conocen el poder que tiene un blog, especialmente un blog popular. Para ilustrar cuánta influencia puede tener un solo artículo, te contaré el viaje de este artículo a través del mundo. A lo largo de esta historia, aprenderás cosas que te dejarán helado.

De ideas a palabras

Algunas personas escriben varios borradores, borrando los anteriores en el proceso. Otras comienzan escribiendo la idea central. Habemos quienes pensamos en el título primero. Aun otras personas redactan la conclusión primero. Yo comencé con el primer párrafo.

Las palabras van formando oraciones. Algunas se van, otras se quedan. Algunas son reemplazadas por sinónimos más o menos contundentes. Unas cuantas frases mueren en el proceso. Los párrafos se forman. Unos suben, otros bajan. Poco a poco, el artículo va tomando forma.

Un buen escritor sabe que mereces un buen trato. ¿Cómo darte un buen trato? Ayudándote a leer. Este artículo lo amerita: por eso, lo organizo con títulos, subtítulos, listas y otros mecanismos para organizar el texto y facilitarte la lectura.

De las palabras al blog

Abro mi navegador Web, Firefox. Navego hacia mi dirección Web. Me recibe Apache, el programa de computadora encargado de negociar y entregar páginas Web. Apache, como experto negociador, habla con mi navegador y después habla con WordPress, el programa que funge de motor en mi blog.

A través de Apache, WordPress me recibe y me pide que me identifique. Escribo mi contraseña, y WordPress la verifica. La contraseña, correcta, hace que WordPress me autorice a publicar artículos y administrar el sitio. Todo este "toma y daca" es intermediado, en milisegundos, por Apache, que se encarga de cifrar las comunicaciones para evitar que hackers malignos roben mi información.

Una pantalla nueva aparece, dándome la bienvenida y mostrándome los últimos eventos ocurridos en mi blog. Podría distraerme leyéndolos, pero ahorita tengo un propósito firme, y un portapapeles lleno de hipertexto que espera entrar a la World Wide Web.

Hago clic en Post. Aparece la pantalla de publicación. Pego el texto usando la famosa combinación de teclas Ctrl+V. Selecciono las categorías y escribo el título. Todo esto me toma unos diez segundos.

Aplasto el botón Publish mientras escucho a DJ Bobo cantar I believe. Espero cinco segundos. Me recibe la misma pantalla, lista para publicar un artículo nuevo, con un aviso que dice Su artículo acaba de ser publicado exitosamente.

¿Termina todo ahí? Definitivamente no; esto es tan sólo el inicio del Big Bang. Ahora conocerás la cadena de eventos que se desencadenó tras la publicación de este artículo.

Primero, veamos qué pasó en esos cinco segundos.

Atención, damas y caballeros: el vuelo número 967 acaba de despegar

Lo primero que hace WordPress con el artículo que escribí es guardarlo en su base de datos. 40 milisegundos después, el artículo ya está en la página frontal de mi sitio. También se ha ganado una página Web propia, cuya dirección de Internet jamás cambiará -- así todos podrán guardarlo en los marcadores de su navegador Web.

El texto está vivo y ha comenzado su viaje.

Rudd-O.com negocia con Google

WordPress se toma 100 milisegundos para reconstruir el sitemap (mapa del sitio), anotando como artículo más reciente el que acaba de ser publicado. Este mapa contiene un listado de todos mis artículos, junto con las direcciones de Internet de cada uno de ellos.

Hecho el nuevo mapa, WordPress habla con Google: el buscador Web más usado del mundo. Para ser exactos, WordPress se comunica con el Apache instalado en alguno de los cientos de miles de servidores de Google. WordPress le informa a Google que mi sitio ha cambiado y le solicita que lo visite de nuevo.

Cientos de computadoras en Google reciben el mensaje casi simultáneamente. Google lee el mapa de mi sitio, y ordena a sus arañas que ataquen mi sitio. Estas arañas son programas inteligentes de computadora -- y acaban de recibir órdenes de almacenar todo texto nuevo que encuentren en Rudd-O.com.

Las arañas atacan mi sitio y comienzan a preguntar qué artículos han sido actualizados. Naturalmente, el artículo que acabo de publicar es el primero en ser cuestionado. Las arañas toman el texto del nuevo artículo y lo guardan en la monumental base de datos de Google.

En cuestión de minutos, el artículo aparecerá en los resultados de búsqueda de Google.

Rudd-O.com se anuncia al mundo de los blogs...

Tras esta corta negociación, WordPress se anuncia al resto del mundo. ¿Cómo lo hace? Mediante un ping a Pingomatic.

De seguro te estás preguntando qué rayos es un ping. Bueno, pues, en el mundo de los blogs, un ping es un mensajito cortísimo enviado por un blog. Este mensajito significa una sola cosa: hey, me actualizaron. Imagínate enviándole un mensaje de texto a tu mejor amigo, diciéndole ya estoy esperándote afuera de tu casa, sal rápido. En esta analogía, tú serías mi blog, y tu amigo sería Pingomatic.

Pingomatic, como tu buen amigo, entiende el mensaje. Pero, a diferencia de tu mejor amigo, la única misión de Pingomatic es remitir ese mensajito a miles de sitios Web alrededor del mundo, interesados en recibir aviso cuando un blog es actualizado.

Miles de sitios Web.

Para comprenderlo mejor, tomaremos como ejemplo sólo a uno: Technorati.

...Technorati y sus amigos se hacen presentes, en estampida

Technorati es un servicio Web que se anuncia como el experto del mundo de los blogs. Como hace un excelente trabajo, es visitado por millones de personas, diariamente.

¿El secreto de Technorati? Sencillo: mantienen un registro de blogs y dueños de blogs, y después rankean a cada blog de acuerdo a su autoridad. ¿Cómo lo hacen? También es sencillo: usando el contenido de los artículos de cada blog, cuentan el número de enlaces que apuntan a cada blog; obviamente aquellos blogs que tienen más enlaces apuntando hacia ellos tienen mayor autoridad.

Hablando de autoridad, estoy muy cerca de entrar al grupo de "muy alta autoridad" (pero eso lo discutiremos en otro momento).

Cuando Technorati recibe un ping de Pingomatic (Rudd-O.com está actualizado), Technorati inmediatamente visita Rudd-O.com, y solicita los últimos artículos actualizados.

El papel que juegan los feeds en la estampida

Para ser mas precisos, lo que Technorati solicita es un feed RSS. Un feed RSS es un listado completo de artículos actualizados. Cada artículo en la lista va acompañado de su título, la fecha de publicación, la dirección Internet y el contenido. Technorati almacena esta información y la utiliza para volver a calcular el ranking de los blogs que tiene en su lista.

Adicionalmente, Technorati la utiliza para servir a sus visitantes: yo puedo entrar a Technorati y averiguar qué blogs enlazan a mis propios artículos. De esta manera, puedo seguirle la pista a la conversación que mis artículos generan en el resto del mundo. Y también puedes hacerlo tú: Technorati sabe qué temas de conversación están candentes en este instante.

Finalmente, Technorati hace eco de este artículo. Así es, también puedes buscar un resumen de artículo en Technorati.

Imagínate miles de sitios haciendo eco, automática e instantáneamente, de mis palabras. Mucho más efectivo que un amplificador de cien mil vatios. Este evento marca la primera estampida que distribuye este artículo al mundo.

Pero no acaba ahí. Las máquinas están haciendo su trabajo... y su trabajo es servir a la gente, justamente lo que veremos ahora.

La gente despierta a un nuevo día, y quiere informarse

La primera estampida, como puedes ver, es casi completamente electrónica. La segunda estampida es humana. Minutos después de yo publicar este artículo, las palabras en éste comienzan a llegar a cientos de personas. ¿Cómo lo hacen? Veamos.

Los usuarios de motores de búsqueda

Parte de este grupo humano son visitantes nuevos, que buscaron algo en un motor de búsqueda y fueron remitidos a mi sitio.

Un porcentaje mayoritario de estos visitantes aprovechan el tiempo para visitar otras páginas de este sitio, y se topan con el título de este artículo en alguna de ellas. En segundos, están leyendo este artículo. De ahora en adelante, este artículo llegará a decenas o cientos de personas diariamente, de esta precisa manera.

Los lectores regulares

Otra cantidad apreciable de personas visitan este sitio porque les gusta. Sí, existen personas que leen más de cinco sitios Web al día, y disfrutan la diversidad. Y también existen personas que gustan de los artículos de este sitio.

Estas personas escriben directamente rudd-o.com en sus navegadores, o utilizan uno de sus favoritos para revisar este sitio; algunos lo hacen diariamente, otros semanalmente o con cierta regularidad. Todos lo navegan completamente, buscando hasta el último artículo de su interés.

Decenas de miles de lectores regulares encontrarán y leeran este artículo, inevitablemente.

Los subscriptores

El tercer grupo de personas son subscriptores. Los subscriptores no necesariamente visitan el sitio Web usando sus navegadores, sino que utilizan feed readers (en español: lectores de noticias).

Imagina un periódico. Ahora, imagina que ese periódico tiene sólo noticias de sitios Web que te gustan a tí. Imagina que estás hojeando la página 7, y aparece un aviso que dice pase a la página 4, hay una noticia publicada hace 3 segundos.

Eso es un lector de noticias. Los artículos más actualizados llegan a tu propio periódico en línea, y se organizan automáticamente según el sitio. Tú sólo llegas a casa, prendes tu monitor, y ahí están las noticias, listas para leerse. Todo esto sucede porque WordPress automáticamente genera el dichoso feed y lo entrega, diligentemente, a los subscriptores.

No te sorprendas, entonces, al enterarte que los periodistas tradicionales están con terror de perder sus trabajos. Oh, ¿no lo había mencionado?

Aproximadamente quince minutos después de que hice clic en Publish, casi todos los subscriptores recibirán una copia en sus lectores de noticias. Tras un día de haber publicado estas palabras, el 90% de los subscriptores las habrán leído.

No sé exactamente cuántos subscriptores tengo, pero me atrevería a apostarte a que son más de 1000.

¿Y a cuántos alcanzarán estas palabras?

Como ves, con tiempo y paciencia, este artículo será leído por más de un millón de interesados.

Comienza la conversación

Inevitablemente, centenares de miles de personas leerán este artículo. Todos se formarán una opinión de él y de su autor. Algunos (cientos o miles) se sentirán tan atraídos o repulsos por mí o mis palabras, que harán lo siguiente:

  • Lo criticarán o comentarán con sus colaboradores de trabajo o amigos presentes. Un solo lector motivado generará algunos lectores más.
  • Lo remitirán a otras personas a través de e-mail o mensajes instantáneos.
  • Comentarán en el artículo directamente. Más palabras y más contenido que completan la conversación y hacen que este artículo sea más interesante para otros.
  • Escribirán refutaciones o palabras de aprecio en sus propios blogs y sitios Web. Cada artículo con un enlace a éste desencadenará una estampida independiente, e incrementará mi ranking en Technorati y (con ello) las probabilidades de que otros lean este artículo. A su vez, cada enlace a este artículo hace que Google le asigne más valor.

El efecto Digg

¿Saben cuál es la joya de la corona para un artículo de un blog? Digg

Todos los días, millones de personas visitan Digg. Decenas de miles de esas personas envían enlaces a historias y artículos de toda índole a este sitio Web. Centenares de miles de personas votan a favor o en contra de las historias enviadas.

Todos esos votos y envíos participan en una gigantesca lotería computacional. ¿El resultado? La página frontal de Digg. Todo lo que aparece en la página frontal representa las noticias y los artículos más candentes del momento.

Si este artículo gusta a muchas personas, tarde o temprano una persona enviará el artículo a Digg o a alguno de sus populares clones en español. Si esto sucede, y a otras personas les gusta, no dudarán un segundo en hacer un click para dar un voto a favor del artículo. Con suficientes votos en un periodo corto de tiempo, este artículo aparecerá en la página frontal de Digg.

Si eso sucede, sálvese quien pueda. Millones de personas lo leerán. El tráfico de visitantes puede crecer tan rápidamente, que mi viejo amigo WordPress no podrá atender más solicitudes simultáneas, y tomará las de Villadiego, llevándose consigo por horas el computador que guarda este artículo.

Todo esto sucederá exclusivamente porque la gente votó por este artículo. ¿Es o no es sorprendente?

La historia termina sin final, pero con una moraleja

Como ven, la estampida generada por el viaje de este artículo en Internet se perpetúa sola. Es un círculo virtuoso que ayuda a mantener un blog vivo y una comunidad vibrante.

Así que, la próxima vez que vayas a poner Publish en tu propio blog, por favor piensa en el maravilloso viaje que hará tu artículo.